Los símbolos de la ciudad de Bragança, es una de las más singulares monumentos románicos tardíos portuguesa del siglo XIV. La función aparentemente civil para la que fue concebido, su peculiar organización en pentágono irregular, la sucesión de arcarias de vuelta perfecta que ritman los alzados, el espacio interior organizado en un amplio salón profusamente iluminado, y la asociación a una cisterna, son características que confieren a este edificio un carácter único en nuestro país, sin paralelos en la restante arquitectura medieval nacional.
Habiendo integrado los paços del municipio de Bragança desde principios del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX, aparenta un aspecto fortificado, que apunta a su doble función – cisterna y sala de reuniones de la cámara.
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